jueves, 27 de octubre de 2011

La prótesis en la artritis reumatoide

Encarni Duran, nos envía este texto por una razón: dar un mensaje de esperanza. Esperanza a todos y todas los/as pacientes que tienen que pasar por el quirófano para una operación de prótesis. Los miedos, las dudas..., según ella nos relata, a pesar de ser emociones normales bajo estas circunstancias, quedan pronto en un segundo plano gracias a los enormes beneficios que posteriormente tienen lugar. 

Encarni quiere dedicar este post con una cariño especial a Reme, presidenta de la asociación, que estará recién operada cuando lea en el blog estas líneas. 

Gracias Encarni por las palabras de aliento que rebosan en esta experiencia personal tuya.

Y ya ti, Reme, desde aquí te deseamos un buen postoperatorio, qué todo vaya tan bien como Encarni te desea... y te relata. 

Hoy quiero hablaros de las prótesis y operaciones que necesitamos l@s enferm@s  de Artritis Reumatoide y quiero hacerlo porque mi amiga Remedios Gómez (presidenta de AMARE) ingresa mañana en el hospital para colocarse una prótesis de rodilla. Acabo de hablar con ella, y le he estado explicando como es el proceso, pues como es natural antes de pasar por el quirófano te invade una sensación de angustia y ansiedad ante lo desconocido, que tod@s buscamos a alguien que ya haya superado ese trance, y como yo (creo que por suerte) he pasado ya más de una vez por el quirófano, pues he decidido escribir este post y dedicárselo a mi amiga y de paso espero que les sirva de algo a los que lo lean y estén en la misma situación.

Yo, digo por suerte (pues ha sido para darme movimientos  y calidad de vida) he pasado cuatro veces por el quirófano, para ponerme prótesis tres y una para retirar la del codo que fue un fracaso, pero hoy no quiero hablar de fracasos sino de éxitos y eso es lo que siento con respecto a mi prótesis de cadera y el éxito rotundo de mi prótesis de rodilla.


10 días después de operarme

Os contare como fue mi operación de prótesis de rodilla, esta rodilla la tenia muy mal desde hacia muchos años y la primera vez que mi reumatólogo me habló de ponerme una prótesis yo tenia 39 años, así que me mando al traumatólogo especialista en rodillas, pero a este señor no le parecía bien ponérmela pues me argumentaba que era muy joven para ello, el me daba la opción de operarme y dejármela fija a lo que me negué rotundamente, (bastante difícil es moverte con la pierna casi fija pero un poco flexionada, imaginaros montar en coche o subir escaleras con la pierna tiesa).

Lo deje pasar unos años, aunque con un alza en el zapato de 3 centímetros, luego mi cadera se puso tan mal que me colocaron primero esa prótesis, ya tenia yo, 45 años, al recuperarme de la cadera mi cuerpo como que se puso mas estirado, dejando entonces la pierna mucho mas lejos del suelo, con lo cual me aumentaron los centímetros de alza a 6.5 y además tenia que usar bastón, pero aun así con tanto desnivel empecé a padecer del cuello y la espalda.

Mi reumatóloga me mandó de nuevo a la unidad de rodilla, allí otra vez el argumento de que era muy joven, entones yo le dije que quería estar bien ahora ¿yo que se si con 60 estaré viva? Y además  yo me había informado y hay muchos casos de larga vida de las prótesis, no veía justo pasarme los mejores años de mi vida con tantos dolores y tan impedida, esperando a tener 60 años para estar bien, ¿Quién sabe dónde estará y cómo en el futuro?

Se ve que mis argumentos le convencieron, y empezamos los preparativos para la operación, lo primero ponerte en lista de espera, allí te ofertan que si no quieres esperar tanto, existe una clínica alternativa, pero yo dije que no, que prefería esperar pero que me operaran en el hospital donde me había operado en ocasiones anteriores, no es por menospreciar a la otra clínica pero los pacientes parece que les cogemos apego a los que ya conocemos, a los 6 mese me llamaron para hacerme el preoperatorio, esto consiste en una analítica completa, una radiografía de tórax, un electrocardiograma y pasar a la consulta del anestesista donde te pesan te miden y te preguntan por los tratamientos que tomas y un cuestionario sobre tus hábitos de vida, si te drogas, si fumas, si tomas alcohol……..
El anestesista te explica el tipo de anestesia que te pondrá, en mi caso era espinal, o sea sólo te duermen de cintura para abajo.

A los 6 meses de hacerme el preoperatorio por fin me llamaron para la operación, ingresé la tarde antes y lo primero que te hacen es una analítica, imagino que para ver que todo esta bien, te dicen que después de las 12 de la noche no tomes ni agua y además te dan una pastillita para los nervios, que son inevitables, así llegamos a la mañana de la operación, te dan otro relajante que te lo pones bajo la lengua y te llevan al quirófano, allí todo es muy rápido te ponen el gotero, en el otro brazo el tensiometro y la anestesia que te la ponen al final de la espalda (como la epidural) hacen varias pruebas para comprobar que ya tienes la zona totalmente dormida y cuando ya estas lista empieza todo, al estar despierta tienes la ocasión de poder hablar con el equipo y de que ellos también puedan preguntarte cosas, en poco mas de hora y media estas lista, pero aun no te llevan a la habitación, vas primero a que te hagan una radiografía para cerciorarse de que está todo bien y después te pasan a despertares hasta que se te pasa por completo la anestesia y tu tensión y todo lo demás esta bien, no dejan de pedirte a cada momento que muevas los tobillos y los dedos de los pies y cuando todo esta listo te pasan a la habitación.

No os negaré que los dos primeros días son muy incómodos y dolorosos, sobre todo dolorosos, pero yo tengo un recuerdo tan grato del segundo día, que aunque los dolores no se pasan por lo menos en un mes (los más fuertes)  a mí desde ese día se me hicieron mucho más llevaderos, y la razón no es otra sino que ese segundo día después del de la operación, vino el médico y me dijo que ya podía empezar a caminar. ¿Cómo? ¿Y puedo apoyar la pierna? – Claro me dijo el médico, no sólo puedes sino que debes apoyarla. ¡No podía creérmelo!  Y además al incorporarme me di cuenta que ya tenia las dos piernas del mismo tamaño de largas, y no necesitaría mas ese alza tan fea y que me limitaba tanto a la hora de comprar calzados.

En el centro Reme con su bastón
Bueno lo que sigue ya fue coser y cantar, aunque con muchos dolores, empecé la rehabilitación ese mismo día y estaba tan contenta que lo aguantaba todo con gusto, a los 6 días de la operación me dieron el alta hospitalaria y seguí en casa con la rehabilitación (pagándola yo)  antes del mes ya podía andar sin muletas y a los 3 meses me dio el médico el alta definitiva de esa rodilla. Me pareció muy raro pues de la cadera aun tengo revisiones, pero este doctor me dijo- yo te veo la rodilla en perfectas condiciones y no veo la necesidad de tener revisiones cada año, si algo va mal ya me buscarás o te enviarán a mi, y espero que eso no ocurra ¡tienes el alta!-.

Amiga Reme, te deseo que tengas la misma suerte, que tu recuperación sea tan rápida como la mía.

Y a los que tengáis que pasar por el quirófano, no tengáis miedo, que todo saldrá bien, ir siempre con buen ánimo y esperanzas.

Encarni Duran.
      

martes, 11 de octubre de 2011

SHANGAI, ARTRITIS Y ENDORFINAS


Hola a todos y todas. Con motivo del Día Mundial de la Artritis 12 de Octubre, Encarni Duran quiere compartir esta experiencia en Shangai en la que nos recuerda cual es la mejor medicina de todas. Con este emotivo texto, desde la Escuela de Pacientes queremos unirnos a este día y compartirlo con todos y todas vosotros/as.   

¡Qué tengáis un feliz 12 de octubre!


He intentado escribir este artículo de muchas formas distintas, pero cada vez que lo intento, tengo que dejarlo, es tal el cacao de ideas que tengo en la cabeza, que me resulta imposible.

Os pondré en antecedentes, hace un mes aproximadamente que he estado de viaje en Shangai, este viaje lo hice con un grupo de baile y folclore al que pertenezco desde hace unos meses, en este grupo hay varias personas de mi familia y además conozco a la profesora y la mayoría de sus integrantes desde hace algunos años, así que animada por ellas, con mi salud algo mejor y además porque hay muy pocas cosas con las que no me atreva, pues eso, me apunte.

En primavera nos hicieron una invitación formal para que el grupo de baile participara en un festival de Shangai, la profesora nos lo comunico pensando que diríamos que “no” y cual seria su sorpresa cuando todos dijimos que “si”
Los del festival nos dijeron que para ellos lo más importante era un gran pasacalle de todos los grupos y carrozas (creo recordar que éramos 43 grupos) y el único que representaba a España era el nuestro, así que con tanta responsabilidad, nos hemos pasado todo el verano ensayando, para dejar el pabellón bien alto.

Como cuando salí para China, yo ya escribía en este blog, lo primero que pensé fue en enfocarlo desde el punto de vista de una persona con discapacidad, y esta era mi primera idea, pero me ocurre que no tengo tema, Shangai es una ciudad muy moderna y los edificios están adaptados para discapacitados, también pregunte al guía por las prestaciones y ayudas que reciben allí los discapacitados y me dijo que ninguna, pero ni ellos ni nadie, que como es un país tan excesivamente poblado, el gobierno no puede dar pensiones ni ayudas a nadie. Además en el ensayo del pasacalle, ellos lo llamaban “Gran Parade” conocí a un grupo de bailarines en silla de ruedas, eran de la universidad de Shangai y bailaban ritmos latinos, me quede gratamente sorprendida pues esto significa que no están excluidos y que participaban en este tipo de eventos como cualquier grupo, como veis el tema de la discapacidad no me da para mucho.

Otra opción era contarlo como un sueño que por fin alcanzaba, pues es cierto que desde niña acaricio la idea de viajar por China, pero tampoco es que este viaje fuera el sueño de mi vida, el que yo sueño es mucho mas largo y visitando muchos mas sitios (en el futuro lo haré) como veis esta idea tampoco me vale.

Y llegamos a las endorfinas ¿sabéis lo que son? Yo además de saberlo he comprobado su efecto, en este viaje he tenido emociones y reacciones en mi cuerpo que nunca antes había sentido, como ya sabréis todos yo soy una persona que padezco Artritis Reumatoide desde los 7 años y que ya tengo varias prótesis en mi cuerpo así que después de un viaje tan largo, un ensayo previo y una excursión por la mañana, cuando llego por fin el momento de la “Gran Parade” yo ya no podía ni con mi alma, nada mas de pensar en el largo recorrido que teníamos por delante y encima bailando, me veía totalmente incapaz de cumplir con mi cometido, estaba tan dolorida y rígida que solo tenia ganas de llorar, pero ocurrió algo maravilloso, en el momento que nos dijeron que nos pusiéramos en posición, que nosotros éramos los siguientes en salir, empezamos a oír nuestra música y nos metimos en esa grandísima avenida , con gradas llenas de publico a ambos lados de la calle, que nos aplaudían y nos vitoreaban. Yo siempre había escuchado decir a la gente que los vellos se les ponían de punta con las emociones, pero yo jamás lo había sentido, hasta ese momento, que desde los tobillos hasta los de la cabeza ¡¡todos estaban de punta!!

Fue tan grande el subidon de endorfinas que cuando termino el recorrido que yo calculo de 2 kilómetros, me di cuenta que no me dolía nada, por primera vez he comprobado que es cierto, que el estado de emoción y felicidad es mejor que cualquier pastilla, en general yo soy una persona bastante positiva, pero de ahora en adelante además intentare estar siempre feliz y no dejar que me cuenten los demás las emociones vividas, pienso vivirlas yo en primera persona.

Os deseo a todos que viváis intensa y felizmente, que disfrutéis de cada momento, que no os coarte la enfermedad.
¡¡¡Sed felices!!!

Encarni Duran.